viernes, 24 de octubre de 2025
Lo poco que queda se convertirá en la "piedra angular" de esta nueva tierra
Mensaje del Padre Dios a Robert Brasseur en Quebec, Canadá el 15 de octubre de 2025
Querido hijo, Yo soy Aquél que te creó, tu Padre lleno de compasión por todos sus hijos.
Ha llegado la hora de la cosecha y muchos no están listos para esta cosecha. Cada uno de tus sufrimientos ofrecidos en unión con los de Mi Hijo sana a una multitud de almas.
¡Todo lo que ves ahora colapsará! Ha llegado el momento en que transformaré esta tierra para que respire Amor y Pureza y llene a mis hijos con la misma Alegría que siento por ellos.
NADA VOLVERÁ A SER IGUAL!
Todo desaparecerá para dar paso a esta Nueva Tierra. Todo volverá al estado en que estaba al principio de la Creación: recibirás este Regalo que he preparado para ti.
EL PEQUEÑO REMANENTE se convertirá en la "piedra angular" de esta Nueva Tierra. Haré pastar a los animales cerca de tus hogares; el aire volverá a ser puro nuevamente; la alegría morará en vuestros corazones, y Yo, tu Padre, estaré entre vosotros para saborear este Amor con Mi Pequeño Remanente.
¿Cuántos probarán esta alegría? ¡Muy pocos!
Muchos irán al Purgatorio, y un gran número se encontrarán ante las Puertas del Infierno.
A pesar de toda Mi Bondad, ¿cuántos han descuidado Mis llamadas? También muchos de mis consagrados sufrirán las consecuencias de sus acciones y especialmente de su negligencia al no informar a mis hijos sobre el Camino de la Verdad.
LAS LEYES QUE DI A MOISÉS NO HAN CAMBIADO,
¡Y SON MÁS IMPORTANTES HOY!!
Querido hijo, te digo todas estas cosas para que tu corazón no se turbe. Te he estado preparando para este Gran Día durante mucho tiempo. Sin embargo, muchos no han escuchado mis peticiones. ¿Cuántos de Mis consagrados me han dado la espalda para satisfacer sus propios placeres? Su propia satisfacción los ha llevado a las Puertas del Infierno.
Han abandonado su Verdadera Misión, que es transmitir la Verdad a Mis hijos...
Muchos tampoco creyeron en Mi Resurrección! Un gran número se dejó influenciar por los placeres de la carne y el mundo los engulló. Solo aquellos que permanecieron fieles a mi Divinidad pudieron soportar esta tormenta. En cuanto a los demás, el Maligno los sedujo porque no supieron protegerse mediante la oración y los sacramentos.
Querido hijo, este tiempo de tribulación ha arruinado Mi Iglesia y una multitud de almas se han perdido. El corazón de Mi Padre está en dolor, pero afortunadamente, no lo he perdido todo. Son almas como la tuya las que necesito. Hoy, querido hijo, debes continuar luchando para salvar tantas almas como sea posible.
Te he hecho un "Caballero", lo cual es un título muy honorable. (¡El sentido del humor de Padre!)
Tus momentos de oración siguen siendo tu fuerza y apoyo. La batalla es intensa, y sé que los tropiezos son frecuentes , pero siempre estoy cerca de ti y de aquellos a quienes quieres para levantarte.
Gracias por escuchar, y nunca olvides que eres Mi Luz para iluminar a Mis hijos.
Te amo y te bendigo, así como a todos aquellos a quienes quieres.
Tu Padre, lleno de compasión por todos Sus hijos